POEMA ESDRÚJULO
La verdad de aquel pensar romántico
Traspasa las fronteras de lo insólito
Donde se vuelve el pensamiento mágico
Y aparece el verso como un bólido.
Locura osada que no tiene médico
Es mi poesía que no busca métrica
Y sin hallarla es el perfecto vínculo
Para viajar al mundo de lo ilógico.
Despertar de aquel soñar idílico
Que me transforma en la persona intrépida;
Buscando revivir un mundo crítico,
Cansado, trastornado y casi agónico.
La letra es el pincel fantástico
Que describe algún paisaje gótico;
Plagado de leyenda, quizá mítico,
Musa que duerme en sueño placido.
Mi poesía, sin duda, es grito enérgico,
Es protesta sin mirar en lo político,
Es alegría que brota del espíritu,
Es llorar también un signo trágico.
Es aquel suave susurrar melódico
Transformado en sentimiento por el tímpano,
Que va rompiendo las barreras de lo místico
Mezclando en el amor lo melancólico.
Es quien descubre aquel amor incognito
Que, en secreto, se aleja de lo público;
Tal vez, al revelarse, ha de ser cínico
Aunque no pase de ser, no más, platónico.
Mi poesía se escapa de lo técnico;
Lejos está también de lo académico;
Es conspiración, es el encuentro cósmico,
El vivir y sentir del pensamiento lirico.
Ella vibra en mí como al científico
Hace vibrar un elemento químico.
Quede en la historia este poema esdrújulo
Y brille en el la magia de lo inédito.
Y cuando me ausente, ya mi cuerpo rígido,
Orgullo sea para mi María Angélica
Y vierta, como siempre en un ósculo,
Todo su amor sobre mi frente pálida.
Bucaramanga, septiembre de 2011
Era un viernes de octubre, finalizando el día,
la cita con el arte más bello, la poesía.
De tanto sentimiento ellos fueron testigos,
los amigos de siempre y los nuevos amigos.
Se escuchó versos buenos, la lluvia no se oía
y adentro un gran derroche, nostalgia y poesía.
De Lifar y de Hilda, también versos enteros
de Siervo y Flórez-Méndez, que grandes caballeros.
De Rómulo el Gran Indio, versos como un retoño
de Murotti, Lisandro y de Rojas Londoño.
Se le expresó el cariño a los mas bellos seres,
de esta tierra bendita, a todas las mujeres;
se habló del lindo llano, de coquitos de amor;
de la ausencia de un padre que causa un gran dolor;
del árbol que muy triste en la ciudad creció
y aquel niño inocente que quizá no nació
Se declamó a la vida, al amor, a los celos;
idílicas pasiones que nos causan desvelos.
A Colombia, que lucha aunque este herida;
a los preciosos seres, nuestras madres queridas;
al viejo que en silencio se le escapaba el llanto
y se le dijo a voces que se le quiere tanto.
Lagrimas de nostalgia, de triunfo de alegría;
el triunfo es de la diosa, triunfó la poesía,
dejando en tantos seres las huellas del amor,
Las Huellas de Esperanza de un mañana mejor.
Bucaramanga, noviembre de 2005
LISANDRO
REGRESAS
Vuelves a mi como llegaste un día,
Desprevenida en esa edad temprana,
A brindarme tu ser y tu alegría;
Regresas de repente en la mañana
Y te ofreces entera, como antaño,
Con tu presencia que todo lo engalana.
Te fuiste alejando año tras año,
Sin avisar, sin adiós, sin despedida;
Dejando un vacio cruel, de gran tamaño.
Pero ya estas aquí, has regresado,
Para curar o ahondar alguna herida
Y ser los mismos que fuimos el pasado.
Las noches de tertulia, en mis recuerdos,
Hasta darle a la aurora bienvenida;
Momentos de emoción, locos o cuerdos,
Aprendimos a vivir como venían;
Entre copas y risas fuiste mía
Sin poner atención a que decían.
Al cielo, en mi oración, tu regreso pedía
Que el fin de tu ausencia pronto fuera
Que volvieras a mi, Diosa, Poesía.
Bucaramanga, Diciembre de 2009
LISANDRO